El femicida de Alta Córdoba tenía denuncias por violencia y amenazas de muerte

Ricardo Rafael Bottone (61) violó este miércoles la perimetral que le impedía acercarse a su ex esposa y a sus tres hijas. Asesinó a Milagros, de 23 años, hirió a su ex pareja y se suicidó.

Ricardo Rafael Bottone (61), el hombre que este miércoles mató a su hija, luego intentó asesinar a su ex pareja y finalmente se suicidó tras una discusión en la capital cordobesa, tenía denuncias judiciales, por violencia de género y amenazas, y regía una orden perimetral.

Las denuncias fueron radicadas por Mercedes Martínez (ex pareja) y Milagros Bottone (hija, de 23 años). En una de esas acusaciones las mujeres aseguraron que el hombre había prometido matarlas a ambas.

Milagros estudiaba abogacía y trabajaba como preceptora en el Colegio Nacional de Monserrat. Fue trasladada al Hospital de Urgencias donde falleció debido a un balazo en el tórax.

A Mercedes le diagnosticaron cáncer después de años de sufrimiento por los maltratos de su ex pareja. En esta oportunidad, Bottone le pegó con el arma de fuego en la cabeza provocándole múltiples cortes, pero salvó su vida.

El director del Hospital de Urgencias, Mariano Marino, dijo a Cadena 3 que la joven ingresó al nosocomio en estado crítico desesperante. "Se le realizaron todas las maniobras de reanimación y luego falleció", explicó. En tanto, la madre tenía sólo un corte en el cuero cabelludo.

Florencia, una de las hermanas de Milagros, expresó: “El Polo de la Mujer es una mierda, recién ahora se quieren hacer cargo haciéndole el sepelio a mi hermana, que era una persona hermosa y no se merecía esto. Mi mamá tiene dos cáncer por culpa de este hijo de puta".

La secuencia del horror

Susana, vecina de la familia de barrio Alta Córdoba, contó que la pareja se había separado hace dos años y en la zona sabían de las amenazas de Bottone. “Estaba sacando el auto de la cochera y vi a Mercedes y Milagros que corrían gritando y pidiendo ayuda,y detrás venía el exesposo ‘loco’ y gritándoles ‘las voy a matar hijas de…’”, relató.

Y prosiguió: “Le dio un culatazo en la nuca a Mercedes y la tiró contra la casa de un vecino; a Mili, que forcejeaba con él para salvar a su madre, la golpeó en el ojo, daba vueltas tirando tiros cuando vi que le pegó cerca del cuello y en la espalda y ella cayó en al vereda de la librería”.

“Luego salieron todos los vecinos a ayudar y a llamar a la policía, una vecina que es abogada advirtió que se trataba de violencia de género”, detalló.

Y amplió: “Son tres chicas excelentes (por las hijas del femicida), él las esperaba dentro de la casa (calle General Paz 3.068), no sé cómo entró, luego salió corriendo a los tiros, se metió nuevamente a su casa y sentimos dos tiros más (cuando se suicidó)”.

Por su parte, Rafael, sobrino de Mercedes, narró: “Para mi tía se le acabó la vida, (Milagros) era la mimada de la familia, la más chica”.

“(Bottone) estaba desquiciado con la familia, con problemas de hace años, mi tía hizo nueve o diez denuncias, tenía botón antipánico”, precisó.

Y añadió: Él (Bottone) vivía en Carlos Paz, el auto estaba a nombre de mi tía, habían pedido que se lo sacaran, que no venga más y hoy llegó a las 10 de la mañana, al aparecer con la decisión tomada”.

“Ellas llegaron de hacer las compras y cuando abrieron el portón para entrar el auto se lo encontraron. (...) Por lo que sé un tiro le dio en la mano, dos en la espalda, otro en el cuello, (Milagros) murió en el patrullero antes de llegar al hospital”, aseguró. 

Adriana, vecina de la mujer herida por su ex en Alta Córdoba, dio un perfil del femicida. 

"Estaba en mi casa, intentando enviar unos documentos. Escuché gritos y disparos, pensé que era un asalto, y mi pareja vino y me dijo que llamara a la policía", relató. 

"Ella había activado el botón antipánico, había hecho ya muchísimas denuncias. En la última, querían sacarle el botón antipánico porque se había cumplido un plazo. No sé bien cómo fue, le dije que pidiera el dual que es la tobillera, no sé qué pasó", aportó.

"Cuando llegó, ya era tarde. Era estudiante de derecho, una chica divina, trabajaba en el Monserrat. Siempre imaginamos este desenlace por lo violento que era él. Lo que pasa puertas adentro no nos enteramos. Cuando se separó y comenzó a hablar, quedamos espantados de las cosas que nos contaba. A ella le limitaba la gente con quien juntarse", concluyó. 

La fiscal general adjunta de Córdoba, Betina Croppi, expresó a Cadena 3 que existían tres denuncias, dos formuladas en 2021 y una en 2022. 

"La primera denuncia la formuló la señora, la expareja del agresor, y no configuraba delito. Se tomó intervención por parte de los juzgados y el juzgado dispuso una serie de medidas de protección, restricción perimetral de acercamiento y entregó el botón antipánico a la señora. Unos 20 días después, el señor desobedeció y fue imputado por desobediencia a la autoridad", indicó. 

La tercer denuncia fue el año pasado formulada la hija, por la cual fue el agresor fue imputado de amenazas simples. 

"El juzgado había dispuesto a la incautación de las armas de fuego que tenía en su momento, la entrega del botón se prorrogó hasta el mes de julio de este año", señaló.